Inmigración. Una compleja realidad.

La inmigración despierta pensamientos y situaciones muy complejas. Alrededor del vasto trasiego de personas que hoy en día se produce se pronuncian frases que han de llevar a la reflexión y a la búsqueda de soluciones que resuelvan las derivaciones de esta realidad.

“La inmigración es el primer problema que manifiesta la población española…”, “…el fenómeno de la inmigración se le ha ido de las manos a todo el continente europeo…”, “…el crecimiento del Producto Interior Bruto de gran parte de los países europeos se debe a la inmigración…”, “…los inmigrantes quitan el trabajo a los españoles…”, Estas son sólo algunas de las frases, propias de los medios de comunicación y de charlas de café, que sin lugar a dudas generan la pérdida de todo punto de vista y exime de la debida responsabilidad frente al fenómeno.

Decantarse por estar a favor de la inmigración o en contra no lleva a ninguna parte. De hecho emigrar es un derecho inalienable del hombre.

La convivencia entre diferentes culturas que se movilizan hoy dentro de un mundo globalizado es el resultado poco previsto por los países que están más involucrados en esta realidad y sus poblaciones. La vida del inmigrante junto al autóctono y viceversa no puede quedarse en meros números estadísticos. Lo importante llega después en la Interculturalidad. ¿Quién resuelve esto?

La llegada del extranjero, en principio, provoca interrogantes de ambos lados, produce miradas más o menos discriminatorias, de miedo y algunas suspicacias. Se hace necesario con urgencia empezar a asumir que el movimiento humano internacional es una realidad, que requiere de un trabajo masivo de educación en valores y sensibilización, para que se de una consecuente y necesaria comprensión de este hecho y con esto ocurra lo mas importante, la integración y aceptación real del inmigrante por parte del autóctono y el amoldamiento positivo a su nuevo lugar por parte del inmigrante.